En el umbral de la media luz, y a solas con mis entretelas dejo sueltas las raíces y puntas
que conjunta sin poemas las tierras de mi cultivo, los latidos de mi siembra, y la cosecha que prometimos. A solas con la mujer que soy hablo en voz del sentimiento, de la entrega y mi honor,
me vuelvo sol y me comprendo pues tal como siento me siento yo. Amo hasta los extremos
sin extremar precauciones ni escuchar más opciones que las plapitaciones que me causas, amante de tus faunas y tus floras, de la indoma de tu ser y de la doblez de tu sentir,
la mujer que haces latir se mira al espejo y es tu reflejo sin el carmín, quien desde allí recorre mis adentros y me consagra eterno el porvenir de tan grande sentir que llevamos dentro.
A solas con la mujer que soy vivo el hoy en todas sus estaciones, cambio mis humores y no visto poses que te inviten, sabe tus embistes y resiste en el viaje sin más equipaje que su desnudo sentimiento y sin más lamento que no tener más tiempo para amarte.
Esencia
Esencia