Fusiles con voz propia pidiendo legitimidad una crueldad indómita que corta venas sin piedad. Sulfuran la tinta de estos versos como cercos aniquilando sonrisas, brisas de pólvora en los cielos donde los sueños huyeron con prisa. Combates al pueblo en el negro luto de las pieles que fieles caen al suelo de los sangrientos crueles. Jardines cadáveres, valles de cuerpos desgajados violados por su propia sangre en ese combate inhumano. Vísceras en munición de la sinrazón con manos del poder mundano y su clon y sus malnacidos disparos. Como pájaros en el cielo alto al fuego y sus salivas, que más vidas no fenetren su vuelo, ni más sueños pierdan su salida. Mis tintas de espanto y repulsa con sus uñas en el viento, que este sufrimiento concluya o la lluvia nos barra de ellos.
Esencia
Esencia